: Un hombre abraza el vientre de una mujer embarazada, quien le mira sonriendo.

Semanas de Embarazo

La semana 25 de embarazo

Empieza el séptimo mes de embarazo


¡Bienvenida al séptimo mes! La bola cada vez se hace más grande y, al mismo tiempo, aumenta la tendencia a tener molestias relacionadas con el embarazo. Una de las más comunes es la acidez de estómago. Algunas mujeres las tienen ya al principio del embarazo, mientras que otras solo cuando el vientre es muy grande. Pero todas comparten algo: a ninguna le resulta agradable. En este artículo te explicamos qué es lo que ayuda a aliviar la acidez de estómago y otra información útil en la semana 25 de embarazo.

Qué pasa en el vientre en la semana 25 de embarazo?

El feto mide aproximadamente 30-35 cm (de la coronilla a los talones) y pesa unos 650-700 gramos.

El bebé sigue trabajando mucho para poder hacer las cosas más importantes después del parto, especialmente chupar y succionar, pero también agarrar. Ahora abre los ojos regularmente y puede distinguir la luz y la oscuridad.

En general, los sentidos han “mejorado”. El sentido del equilibrio se ha desarrollado de manera que tu pequeño ya puede girar y “sentarse” bien. 

El bebé tiene ahora el tamaño de una coliflor.

El bebé tiene ahora el tamaño de una coliflor.

Como tu tesoro ahora percibe más, también reacciona con más fuerza al ruido y la luz. Los ruidos fuertes, por ejemplo, pueden provocar movimientos violentos y aumentar el pulso del bebé.

La piel se ha vuelto un poco menos translúcida de nuevo, pero más rosada y más regordeta. Esto se debe a las reservas de grasa que se acumulan constantemente.

¿Cómo estás en la semana 25 de embarazo?

¿Un vientre enorme? ¿Una dulce y pequeña bolita? En la semana 25 de embarazo, el vientre tiene un aspecto muy distinto. Por un lado, esto se debe al físico de la mujer, al peso inicial, al aumento de peso durante el embarazo, la cantidad de líquido amniótico y, por supuesto, al tamaño del bebé. Simplemente hay muchas diferencias individuales.

Si todo va bien en los exámenes médicos, puedes tomarte los comentarios con mucha calma. Si no estás segura, siempre es mejor comentar las preguntas con tu médico o médica en lugar de compararte con otras mujeres embarazadas de tu entorno. ¡No hay cuerpos ni embarazos que sean iguales!

En promedio, el útero es ahora del tamaño de un balón de fútbol y, por lo tanto, ya puede ejercer una presión muy fuerte sobre otros órganos como la vejiga y los intestinos.

Qué hacer ante la acidez de estómago en el embarazo

La acidez de estómago puede aparecer en las fases tempranas del embarazo. Sin embargo, el momento de la aparición depende de varios factores: una razón puede ser el crecimiento del útero, pero también los cambios hormonales (y estos ocurren en una fase temprana). El anillo muscular que cierra el estómago y el esófago se vuelve “más blando” o más permeable debido a la progesterona, lo que permite que los jugos gástricos aumenten. Además del clásico sabor agrio en la boca y la sensación de ardor, el dolor de garganta y la ronquera matutina después de despertarse también pueden ser signos de acidez (el dolor de garganta a veces se confunde con un resfriado).

En este caso, la prevención es la mejor manera de controlar los síntomas sin tener que recurrir a la medicación.

Remedios contra la acidez de estómago en el embarazo:

  • Varias comidas pequeñas en lugar de comidas suntuosas
  • Mascar bien la comida
  • No comer dos horas antes de ir a la cama
  • Dormir con el torso incorporado

Remedios caseros contra la acidez de estómago:

  • Mascar avellanas o almendras
  • Beber leche antes de las comidas
  • Comer un poco de yogur antes de las comidas
  • Beber un trago de nata o leche condensada
  • Mascar pan seco
  • Comer avena
  • Beber : de comino, de salvia, de menta, de jengibre… Consúltalo primero con tu médico o médica, ya que algunos tés causan contracciones.

Si esto no ayuda, se pueden tomar medicamentos para ligar el ácido del estómago. Algunos de ellos también se pueden utilizar durante el embarazo sin dudarlo. No obstante, debes consultar a un especialista de antemano para determinar qué es lo mejor para ti y qué no provoca efectos secundarios indeseados.


Foto: Unsplash

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