Mujer embarazada sentada en una manta en el suelo cogiendo su barriguita con las manos.

Semanas de Embarazo

La 24.ª semana de embarazo

¿Dolores en el vientre?


Alrededor de la 24.ª semana de embarazo, algunas embarazadas experimentan un pequeño susto: el vientre se pone duro como una piedra. Antes de que pienses "¡Vaya, pero qué ha pasado ahora!" y tengas miedo, mejor que leas aquí por qué puedes quedarte totalmente tranquila en relación con las "contracciones de Braxton Hicks", así como sobre todo lo demás que te espera en la recta final del segundo trimestre.

¿Qué pasa en el vientre durante la 24.ª semana de embarazo?

El feto tiene una longitud de aproximadamente 30 cm (céfalo-caudal) y pesa unos 550 gramos.

¿No te has preguntado recientemente cómo te sentirías cuando se mueva tu bebé? Ahora seguramente ya lo sabes con exactitud. En algunas embarazadas, incluso pueden notarse los movimientos desde fuera. A lo mejor tu pareja lo está anhelando. Tampoco es de extrañar que los golpes y las pisadas se noten con mayor claridad: los huesos ya son tan fuertes que tu tesoro puede erguirse en el vientre y "estar sentado".

Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de un melón.

Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de un melón.

Para tu bebe se va acercando ahora a un auténtico hito: los alvéolos pulmonares se van desarrollando. Se trata de uno de los motivos por lo que los bebés prematuros tienen posibilidades de supervivencia a partir de la  24.ª semana de embarazo. Aunque sea con mucha ayuda médica, puede funcionar. Cada día cuenta, porque los alvéolos pulmonares deben seguir creciendo todavía un tiempo y la sustancia importante "surfactante pulmonar" debe generarse en mayor cantidad para que los alvéolos pulmonares no se vayan cayendo.

Las papilas gustativas están terminadas y tu tesoro puede diferenciar a través del líquido amniótico cada vez mejor qué has comido. Los ojos comienzan a abrirse lentamente. Y otra cosa importante tiene lugar: con los leucocitos se va formando una parte importante del sistema inmunológico.

¿Cómo te encuentras en la 24.ª semana de embarazo?

A lo mejor te ha pasado alguna vez: de repente, tu vientre se pone duro como si te hubieras tragado una bola para jugar a los bolos. Para las embarazadas puede ser un susto enorme. Las contracciones falsas pueden aparecer pronto durante el embarazo, pero al principio solo se verán afectadas partes pequeñas del útero. Según avanza el embarazo, más grandes serán las partes de la musculatura del útero que se contraen y más lo vas a notar.

A diferencia de las "auténticas" contracciones que afectan al cuello del útero, las llamadas "contracciones de Braxton Hicks" pasan rápido. A veces basta con un cambio de posición y beber un poco de agua para que pasen estas contracciones falsas. Por cierto, John Braxton Hicks fue un médico británico con la especialidad de obstetricia que describió en 1872 las contracciones del útero para fines de prácticas a diferencias de las contracciones del parto.

¿Hay que acudir al médico con las contracciones?

En caso de las contracciones falsas, el vientre puede ponerse desagradablemente duro y se pueden producir ligeras convulsiones tipo menstruación, pero normalmente sin dolores fuertes. Las contracciones falsas pueden aparecer periódicamente pero en grandes intervalos, mientras que las contracciones auténticas aparecen en pocos minutos y en forma de ondas. Las contracciones falsas normalmente desparecen gracias a la relajación y a menudo también gracias al calor, por ejemplo, un baño. 

En caso de contracciones deberías acudir al médico en los siguientes casos:

  • Las contracciones aparecen más de 3 veces por hora
  • o más de 10 veces al día
  • Se producen dolores fuertes
  • Se producen hemorragias

El estrés y esfuerzo físico pueden favorecer las contracciones, por lo que debes descansar más a menudo, colocar las piernas en alto e intentar relajarte. A diferencia de las contracciones falsas, las contracciones previas ayudan al bebé a entrar más en la pelvis, por lo que habitualmente no suelen aparecer hasta las últimas semanas del embarazo, a veces incluso directamente al comienzo del parto.

Posibles exámenes en la 24.ª semana de embarazo

Es posible que se examine tu sangre para conocer el factor Rh y determinados anticuerpos. Este caso se da sobre todo cuando eres Rh negativo y tu hijo es Rh positivo. En el caso del primer embarazo, esta diferencia no causa problemas. No obstante, los anticuerpos pueden perjudicar a tu bebé en los embarazos posteriores.

También se puede realizar una prueba de diabetes mellitus gestacional en torno a la 24.ª semana de embarazo. Se comprueba cómo tu cuerpo puede eliminar los azúcares. Si los valores indicasen una diabetes mellitus gestacional, habitualmente se recurre a un asesoramiento nutricional. Esta forma especial de la diabetes mellitus seguramente tiene su origen en las hormonas y habitualmente vuelve a desaparecer por si sola después del parto. Por tanto, normalmente basta con tener cuidado con ciertos alimentos durante el embarazo.


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