Cuando nace un bebé, también nace un padre: Descubriendo el desarrollo del bebé y los desafíos de la nueva maternidad
Por Elizabeth Baron, LMHC
A menudo hablamos del desarrollo del bebé en términos de primeros logros: la primera sonrisa, la primera risa, el primer paso. Pero lo que es igual de significativo, aunque a menudo pasa desapercibido, es el crecimiento que ocurre dentro del nuevo padre o la nueva madre. Mamás y papás están alcanzando sus propios hitos, navegando por terrenos desconocidos y descubriendo quiénes son como cuidadores.
Como psicoterapeuta perinatal especializada en salud mental posparto, uno de los mantras que suelo compartir es: “Cuando nace un bebé, también nace un padre.” El período temprano de la crianza es un desarrollo dual, donde tanto el bebé como el padre están constantemente aprendiendo, adaptándose y evolucionando. Lado a lado, se están convirtiendo en nuevas versiones de sí mismos cada día.
Aunque no existe una guía paso a paso ni un enfoque único para todos en la crianza, animo a los futuros padres y a los que acaban de serlo para tener en cuenta dos ideas fundamentales:
1. Aprenderás sobre la marcha — y eso está bien
Ser padre o madre es un aprendizaje práctico. Desde alimentar hasta calmar, cada día implica prueba, error y ajuste. Sentirse inseguro es normal.
Cuando los padres se cuestionan a sí mismos o se sienten abrumados, les recuerdo una verdad muy importante: al igual que los bebés aprenden a darse la vuelta o los niños aprenden a andar en bicicleta, dominar nuevas habilidades requiere práctica.
Consejo: Sé amable contigo mismo. Nadie se convierte en un experto en la crianza de la noche a la mañana. Al igual que el desarrollo gradual que vemos en bebés y niños, tus habilidades como padre o madre crecerán con el tiempo, la práctica y el apoyo. Pide ayuda cuando la necesites.
2. Celebra tus logros
A diferencia del fuerte aplauso por los primeros pasos de un bebé, los hitos de los padres a menudo pasan desapercibidos. Pero tu primera vez calmando a tu bebé, manejando un desastre con el pañal en público o sobreviviendo a una noche sin dormir — ¡esos son logros!
Consejo: Tómate un momento para notar tu progreso. Cuéntaselo a tu pareja, envía un mensaje a un amigo o anótalo en un diario. Escríbelo en un correo electrónico que compartirás con tu pequeño cuando sea mayor. Estas pequeñas victorias construyen tu confianza y fortalecen el vínculo con tu hijo. Siéntete orgulloso de lo que has logrado y de lo lejos que has llegado en tu viaje — y en el de tu hijo.
La crianza no se trata de perfección — se trata de estar presente, crecer junto a tu hijo y navegar los altibajos.
Celebremos — y apoyemos — los viajes compartidos de padres e hijos. En cada etapa, en cada paso, están aprendiendo a caminar por sus propios caminos, juntos.